¿Sabe usted qué me sorprende en demasía el engaño del
estado?
Imagínese usted una situación donde un hombre y una mujer
juegan al amor, hasta que una de las partes se descubre mentiroso o mentirosa.
Entonces aquel estado al que uno creía pertenecer desaparece
dejando el rastro de lo que nunca
existió. Quizás sea el mal uso de la imaginación o las ganas idiotas de no
sentirse tan solx.
¿Alguna vez escuchó hablar de “los pies en la tierra"?
Figúrese que de eso se trata. Cuando el tronco esta encendido, arde; pero
cuando la llama se apaga solo quedan los pies en la tierra.
Mire, qué quiere que le diga… a mí me sobra espacio en el placar,
pero esto de vivir en estado de interpretadxs es una verdadera cagada. Una patraña del sistema amoroso fallido, quebrado de
tanto intentar un estado feliz.
Las cosas pierden los pies y la cabeza cuando son ilusorias,
pero ¿cómo mierda sabe unx cuando algo es de verdad? No, no lo sabemos…
confiamos en el instinto y creemos que es una oportunidad cuando solo es un
estado más de la mente.
Quizás sea por estas cosas del tránsito del tiempo que uno prefiere fumarse un porro debajo de un árbol y dejar que los estados
sigan su curso…
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